jueves, 22 de mayo de 2008



Al poco de llegar a Sudafrica escribí unas lineas en mi diario:




Viernes 15 de Febrero del 2008

Las gafas empañadas por la niebla que levanta el bravo océano Atlántico en el extremo sur, un poco mas abajo cambia de nombre y empieza a llamarse Océano índico. Muchas son las leyendas de barcos hundidos intentando traspasar estas furiosas y traicioneras aguas.



También empañadas por el sudor, correr por esta segura playa parece el sueño americano, mas que el africano. El sol cayendo sobre el mar, al otro lado se alzan las montañas, el estruendoso ruido de las olas rompiendo de fondo, todavía desde casa escribiendo puedo oírlo, a pesar de que siempre suena alguna canción en mi Ipod, algo marchoso para seguir el ritmo y animarme a correr, Piece by piece de Feeder, Mass Destructionde Faithless, I fell it all de Feist, The bois dont Cry, Passive de A perfect circle o Pretender de Foot Faihter son algunas de las canciones que me acompañan en mis solitarias y emocionantes carreras.



Por delante una larga e interminable playa, las fotos no salen bien por la niebla y no se aprecia su longitud, ¡imagínense! En una parte esta cortada por un estrecho riachuelo que da a parar a un enorme lago que se extiende entre la playa y las montañas, grandes bandadas de aves que cubren el cielo aleteando y piando, un bonito espectáculo con el único peligro de que alguna se cage.






La playa esta muy tranquila no es para bañarse pues las olas dejan a su paso una sospechosa línea naranja de contaminación ademas de ser aguas frías procedentes del polo sur. Algunas personas pasean sus perros, ¡pues si! esto no parece África, en realidad, mas bien parece la costa de California: casas de madera y camionetas, no se ven negros paseando ni tocando los tambores, mayoritariamente se ven los clásicos guiris de piel blanca y ya entrados en años, jubilados que gozan del paisaje y de la temperatura de un lugar que en parte se entiende y repito solo en parte que esos holandeses que por accidente se tuvieron que quedarse, no concretamente aquí un poco mas arriba, en Ciudad del Cabo. Donde empezó la sangrienta conquista de África, pensaron que era el pueblo elegido por dios para vivir en el paraíso. ¡Claro! que eso no justifica que fueran unos asnos salvajes que despreciaban a los negros y que tras numerosas guerras se aliaron con las Ingleses para llevar a cabo lo que fue llamado Apartheid y es que la Historia de Sudáfrica es apasionante, hostiles y guerreros tribus que defendieron sus tierras hasta la muerte, gentes provenientes de lejanas tierras llamadas civilizadas con ideales salvajes de dominio y superioridad, auténticos caciques armados dispuestos a todo por conseguir un pedazo de lo que creían la tierra prometida para unos y para otros fuente de riquezas.

Las zonas mas turísticas de Ciudad del Cabo tampoco se parecen a la idea que tenemos de África son más bien los paseos que se ven en serie como en los Vigilantes de la playa. Javier Reverte compara la ciudad con San Francisco una ciudad rodeada por una enorme montaña con forma de mesa llamada Table Montain ¡se rompieron la cabeza para buscarle el nombre! creo que pidieron ayuda al consejo internacional de nombre originales. Tiene mar como San Francisco en frente hay una pequeña isla que fue prisión, esta es famosa porque Nelson Mandela estuvo en prisión durante mas de 20 años que por cierto se ha convertido en lugar turístico por excelencia. El fin de semana trate de visitarla, cual mi sorpresa el ferry estaba lleno hasta el día 19, es decir 10 días de reservas, !Increíble!, así que decidí coger un modesto barco que daba un paseo supuestamente cerca de la isla y poder ver la montaña, que desde lejos se parece al Uluru, la famosa piedra que se levanta en medio del desierto de Australia, y el puerto natural que forma la bahía que vieron por primera vez aquellos barcos que surcaban durante semanas las feroces aguas en busca de nuevas rutas hacia la India o de una vida mejor lejos de las miserias de de Europa. Allí conocí a dos chicos Gaisers que pasaban sus vacaciones en Cape Town, un americano que vivía en Paris y un sudafricano que vive en Japón ¡muy internacional!

Pasamos todo el viaje hablando y apenas prestamos atención al paisaje, bebimos sidra y nos reímos del cutre viaje que hacíamos supuestamente a Robben Island que quedo a lo lejos, las fotos son una caca. Con ellos pase el fin de semana hablamos, bebimos y comimos como nos gusta, unos chicos muy majos. Que gracias a ellos pase con humor lo que podría haber sido una pesadilla cuando me quede sin batería en la 'peligrosa' noche de CapeTown y tuvimos que esperar que alguien nos echara una mano. Lo cierto es que después de todo la ciudad no parece tan peligrosa a pesar de las continuas advertencias, si es verdad que no se ve un alma por la calle en cuanto se hace de noche, pero igual es la ciudad mas segura de Sudáfrica, aunque supera el índice de criminalidad de Chicago.

También es la ciudad homosexual por excelencia ¡y yo sin saberlo! múltiples discos y lugares se ofrecen en exclusiva, y son se si sabéis que en Sudáfrica el matrimonio homosexual es legal y esta explícitamente prohibida todo tipo de discriminación sexual supongo que también racial. ¡Que fuerte! el día 22 me voy al Orgullo Gay de Ciudad del Cabo. ¡Juhu!

Mientras tanto seguiré rodeada como siempre de ese brebaje espirituoso que marca mi ritmo de vida a base de ajetreadas vendimias empapándome en el mundo del vino. Y en la bodega mas pequeña y mas bonita que la de California. Se extiende en la montaña y siguiendo el cañón por el que transcurre la carretera se puede ver el mar. La peña es muy amable y tranquila sobre todo los negros con los que trabajare más a menudo. Creo que con ellos no me voy a estresar, para nada.

Estoy en armonía conmigo misma gozo de una salud impecable, y con mis visitas y carreras por la playa me pondré en forma y morenita, aunque pensando que había adelgazado he ganado casi un kilo, ¡será la fibra!

Espero que por un momento hayáis viajado conmigo a estas lejanas tierras.